jueves, 29 de marzo de 2007

Capítulo 18 - Despedida

- ¿Hola?¿Se puede?
- Ah, eres tú. Pasa. ¿Cómo que has venido?
- Venía a despedirme.
- Ah. Entonces, ¿ya te vas?
- Eso me temo...
- ¿No te parece un poco temprano? Apenas he tenido tiempo de...
- Ya, bueno. No es mi decisión.
- Sí, supongo. Si pudiéramos decidirlo las cosas no funcionarían, ¿no?
- Sí, algo así.
- ...
- Lo siento.
- No es culpa tuya.
- Ya...
- Resulta curioso: llevas toda mi vida formando parte de mi familia y cuando descubro lo mucho que te quiero tienes que irte.
- Resulta triste.
- Me gustaría no tener que inventarme tus palabras.
- A mí que no tu vieras que hacerlo.
- Bueno, tienes que irte.
- Volveremos a vernos.
- No estoy tan seguro.
- Confia en ello.
- Confio estar a la altura, y confio que me esperes.
- Gracias.
- Entonces, ¿ya está?
- Sí. Sólo falta decir adios.
- Nunca pude hacerlo.
- Ni yo.

1 comentario:

ClarOscuro dijo...

Ya sabes eso de que a veces hace falta decir adiós, para poder volver a reencontrarse.