domingo, 29 de julio de 2007

Capítulo 51 - Sólo una vez


Hace cuatro días, >>Alize, ama y señora del Limón Mecánico, me nominó a un meme para hablar sobre mí mismo. Como soy una persona educada y además considero muy agradable el que se piense en mí para estas cosas, contestaré a el ya mentado meme, pero, no obstante, si bien estoy a disposición de quien sea para cosas como ésta o similares, no me gusta hablar de mí. Será vergüenza, será que soy un seco o será que considero que a la gente que me lee no le interesen esos aspectos de mí, necesariamente. Así, no garantizo la contestación de posteriores memes de esta clase... Gracias por nominarme, en esta ocasión, será un placer contestar... ^^

En primer lugar, una foto: Esta repetitiva foto, la única que considero admitible desde mi corte de cabellera.

Y, ahora, las preguntas:

VARIAS:
* Yo tengo los ojos: Marrones.
* Yo deseo: No ver el fin del mundo.
* Yo odio: No lo sé. Lo malo.
* Yo escucho: Sí. Por suerte aun no estoy sordo.^^
* Yo le tengo miedo: A perderla.
* Yo no estoy: Seguro de si soy capaz.
* Yo pierdo: Pocas cosas... Me cuesta encontrarlas, pero acaban apareciendo.
* Yo necesito: Seguridad.
* Yo le debo: Mucho a mucha gente... Y 26€ a Zeta...
* Me pone feliz: Soy feliz por naturaleza.
* Me duele: cuando me golpean (y no sólo literalmente).
¿SÍ O NO?
* ¿Tienes un diario?: No.
* ¿Te gusta cocinar?: Sí, pero soy demasiado vago y no suelo hacerlo...
* ¿Tienes un secreto que no le hayas contado a nadie?: Lo normal sería decir que sí, pero ahora no se me ocurre ninguno.
* ¿Pones tu reloj unos minutos adelantado?: No. Se pone el mismo. Y es puntual.
* ¿Crees en el amor?: Sí.
* ¿Te bañas todos los días?: Nones.
* ¿Te quieres casar?: Sí.
* ¿Te gustan las tormentas?: Sí.
¿QUIÉN ES?
* ¿La persona más rara?: Toro o Mario, personajes entrañables e incognita que han hecho mella en mí.
* ¿La persona más molesta?: Alberto es un puto moscón, pero tampoco es nada que no pueda soportar...
* ¿La persona que te conoce mejor?: Yo, y después ella.
* ¿El profesor más aburrido?: ¿Bosseto-man?
¿CUÁL ES?
* ¿La frase que más usas en el msn?: Antes tenía muletillas. Ahora no las encuentro... ¿Las habré perdido? ¿Por qué?
* ¿Tu grupo favorito?: Según estilo...
* ¿Tu mayor deseo?: Una esperanza.
OTRAS PREGUNTAS:
* Signo: Tauro por fecha.
* ¿Color de pelo natural?: Castaño, claro.
* ¿Color de pelo que tienes?: El mismo, señoría.
* Color de ojos: Verdes... Sí. ¿Qué pasa? Ahora son verdes.
* Número favorito: 34.
* Día favorito: El 27, por variar un poco...
* Mes favorito: ¿Enero? ¿Octubre? ¿Julio?
* Estación del año favorita: Pues... Vivaldi hizo un movimiento para cada una sin decidirse por ninguna en particular... ¿Por qué tendría que hacerlo yo? Cada una tiene sus cosas...
* Deporte favorito: Ninguno de momento, cuando lo pruebe, seguramente, alguno con espadas...
* Café o té: Té, siempre té.
* Montaña o playa: Montaña.
* Barça o Madrid: Pasapalabra...
* Sol o Nieve: ¿Por qué no las dos?
EN LAS ÚLTIMAS 24H TÚ HAS:
* ¿Llorado?: No.
* ¿Ayudado a alguien?: No.
* ¿Comprado algo?: La cena. Y dos porras esta mañana, bueno cuatro: 2 para Zamora y 2 para mí.
* ¿Enfermado?: No.
* ¿Ido al cine?: No.
* ¿Salido a cenar?: No. Pero sí a por la cena.
* ¿Dicho “te amo”?: Sí.
* ¿Escrito una carta?: No me gustan.
* ¿Perdido a un novio?: De eso nada...
* ¿Hablado con alguien que hace tiempo no hablabas?: Desde mi percepción de "hace tiempo", no.
* ¿Escrito en un journal?: No.
* ¿Tenido una conversación seria?: Sí.
* ¿Perdido a alguien?: No.
* ¿Abrazado a alguien?: Sí.
* ¿Peleado con un pariente?: No.
* ¿Peleado con un amigo ?: No.
* ¿Soñado despierto?: Supongo.
ALGUNA VEZ PODRÍAS:
* ¿Comer un gusano?: ¿Hablamos de un gusano anélido o de un gusado homo sapiens?
* ¿Matar a alguien?: Herir, tal vez. Matar, lo dudo.
* ¿Besar a alguien del mismo sexo?: Hoy por hoy, no, pero mañana, quién sabe...
* ¿Tener sexo con alguien del mismo sexo?: Idem.
* ¿Lanzarte de un paracaídas?: Eso espero.
* ¿Cantar en un karaoke?: Según el estado de un servidor... Pero si el Sing Star cuenta...
* ¿Ser vegetariano?: Quizá.
* ¿Robar en una tienda?: Sí.
* ¿Usar maquillaje en público?: Hay las mismas probabilidades que de usarlo en privado: no demasiadas y nunca en serio.


No nomino a nadie en particular. Si alguien quiere hacerlo, que lo haga. :D

miércoles, 25 de julio de 2007

Capítulo 50 - Agua

Evocación...

El apartamento parece haber encogido. A pesar de estar ahora vacio, despojado de mobiliario, de calor, de vida, se torna más pequeño que nunca.
Es la hora de marcharse, pero permanezco de pie, en la puerta... Lo veo todo tal y cómo era: ahí un sofá, en frente estaba la mesa, una vez se me cayó aquel cenicero de piedra encima... dejó una marca en el costado... Allí una estantería guardaba los libros y aquella foto, la de nosotros, la que nos hicimos el día ese... Ese en el que llovió, cuando me enamoré de tí...
Compré un cuadro, estaba en esa pared, al lado opuesto de las ventanas, siempre me gustó pero nunca acabó de convencerte.
En la cocina, los muebles permanecen, sólo falta la mesa, esa mesa testigo de nuestro paso por aquí, de nuestos secretos y conversaciones en la mañana.
La habitación está irreconocible... Ya no están mis cosas, no están tus cosas. La cama, donde tanto besos nos dimos y donde tuvimos algunos de nuestros mejores y peores momentos se ha desvanecido, como lo hiciste tú; sólo quedan recuerdos, mis recuerdos... Recuerdos de cuando estabas, recuerdos de cuando reías, cuando llorabas, cuando abrazabas, cuando amabas, cuando al fin te fuiste...
Recuerdo aquel día, lloré desconsolado... Sólo sabía culparme a mí mismo, por dejarte ir... Me culpé a mi mismo millones de veces antes de dejar de llorar; no las conté, pero seguro que fueron más. No había sabido quererte, deje que te fueras una mañana, sin retenerte como había hecho otras veces. No lo hice y tú te fuiste y ya no regresaste... Nunca podré saber cuál fue tú último pensamiento, cuál era tu mayor deseo, cómo serían nuestros hijos, cómo serías con canas. Tuve que conformarte por verte de lejos, a través de un cristal, sin poder tocarte, olerte, besarte... Tantas ideas y posibilidades de lo que podría haber sido y nunca será. No podré alcanzar ningún día el sentido de tu pérdida.
Cuando te perdí, lloré hasta que la lágrima se tornó sangre eliminando hasta la última gota de agua en mi esencia... Fue entonces cuando comprendí aquellas palabras: dicen que cuando pierdes a alguien a quien quieres pierdes una parte de tí, y es cierto: lloré hasta el punto de vaciar todo el agua de mi cuerpo, y así, la metáfora se convirtió en realidad, pues cuando te perdí perdí parte de mí, más de la mitad, el sesenta por ciento y así, contigo, pasó mi momento, quedé suspendido a la espera de una reconstrucción que pese a remiendos y zurzidos nunca será efectuada. Cuando moriste quedé limitado a un mero cuarenta por ciento.

martes, 24 de julio de 2007

Capítulo 49 - Cinco minutos.

Cinco minutos... Sólo cinco minutos... ¿Para qué? Para abrirme el cráneo, sacarme los sesos. Vaciar todo lo que encuentre en mi mollera... ¿Por dónde empiezo? ¿Una casa? ¿Una palabra? ¿Una rueda? ¿Un sonido? ... No, mejor una casa.. ¿un castillo? No, una bicicleta... Cuatro minutos... Vamos salid... Cerebro... Mis sesos... ¡Vamos exprímelos! ¡Exprímelos! ... Zumo de mente... Zumo de materia gris, neuronas, médula, líquido craneoencefálico... ¿Eso es lo que lleva el Red Bull? Tres minutos... Es que ahora no... Palabra, palabra, palabra... No. ¿Una escalera? ¿Al cielo? Un minuto... ¿¿¿¿UNO???? Sí, uno... Pero si... Yo sólo... Ains...

miércoles, 18 de julio de 2007

Capítulo 48 - El ritual de la arena

- ¿Cómo era? ¿Tú lo recuerdas?
- Yo sí, pero no pienso contártelo.
- ...
- Lo sabes, sabes cómo era. Sólo recuerda.
- Había muchos.
- Sí.
- Todos participaban. Modificaban los elementos para crear y dar fuerza.
- Exacto.
- Algunos daban una mágica utilidad a los elementos más primitivos erigiendo grandes constructos, simples pero laboriosos. Otros, con el poder de la paciencia, hacían pequeñas obras compactas y bellas...
- Continúa...
- Había otros, sin embargo, que no practicaban la adición, sino todo lo contrario: eran extractores. Extraían y extraían, de ellos se nutrían los otros dos, pero no por ello suponían una involución: también construían. A veces, incluso desenterraban viejas reliquias y, durante algo más de un instante, abandonaban su tarea.
- Muy bien. ¿Qué más?
- No siempre todos realizaban las mismas tareas. Cada día cada cual elegía la suya. También había trabajos de prestigio: estaban los que con los instrumentos pertinentes maleaban la materia prima y la golpeaban al son de cánticos sagrados que ayudaban a los grandes constructores y compactaban su obra. Por otra parte, los aguadores, señores del líquido primordial, transportaban el agua necesaria para todos los constructores. Podían ser justos y precisos, entregaban lo que era necesario, ni más ni menos, lo transportaban en sus manos y hasta en la boca. Cuando se requería mucho agua, ésta corría a raudales inundando el lugar en cuestión mientras aquéllos encargados de la construcción de ese lugar se afanaban en que no se produjeran desperfectos. Pero, sin duda alguna, el trabajo más prestigioso era el de los místicos de la rueda: iluminados por el saber de la destilación sólida, golpeaban y saltaban en ceremonias de gran complejidad, hasta obtener el sagrado bien que todos, en especial los pequeños constructores de bellas convexidades, requerían para completar sus obras y otorgarlas una belleza inequiparable además de la fuerza de la roca...
- ¿Y qué pasaba después?
- Después... Después había gritos, se daba el fin de la jornada. Todos, inquietos por la segura destrucción de su trabajo, destruían aquéllo para lo que habían trabajado. Los pequeños constructores, cuidadosos y optimistas por naturaleza, solían dejar sus obras que con seguridad serían destruidas. En algunas ocasiones se mantenía su obra, pero igualmente, al acabar la jornada, lo dioses morían.
- Fantástico.

lunes, 9 de julio de 2007

Capítulo 47 - Guzmaneando

Hoy he decidido inspirarme en ese anuncio de la tele y propongo a quien le plazca que ponga una lista de 20 cosas que les quedan por hacer. Empiezo por mí:

20 COSAS QUE ME QUEDAN POR HACER:
  1. Bailar "El lago de los cisnes" en el Lago de los Cisnes (como propiamente dice el anuncio).
  2. Vivir una escena al revés.
  3. Controlar un cartel luminoso de la carretera (para recomendar que compren leche o desear un buen día).
  4. Saltar en paracaidas.
  5. Escribir un libro.
  6. Crear un juego
  7. Tocar 4 instrumentos.
  8. Aprender medicina.
  9. Leerme 1.000 libros.
  10. Ver 3.000 películas.
  11. Aprender a robar.
  12. Ayudar a salvar el mundo.
  13. Hacer una película.
  14. Hablar 5 idiomas.
  15. Ser padre.
  16. Aprender a utilizar una espada.
  17. Inventarme un éxito musical.
  18. Tener canas en abundancia.
  19. Recorrer algún lugar del mundo andando y sin dinero.
  20. Jubilarme.

lunes, 2 de julio de 2007

Capítulo 46 - Finales

Lo interesante de los finales es que no acaban. Las cosas siguen y siguen sin detenerse a observar el final, el cambio. Un momento de sentimiento apaciguado por la reflexión se ve transformado en un estadio ingente de dramatismo, ya sea éste positivo o negativo, por el vertiginoso paso de las cosas. Todo final viene determinado por su comienzo y desarrollo relacionados. Así, si un comienzo ,y más aun, un desarrollo son completamente jocosos, es necesario que el final sea a la inversa: trágico. Igualmente, si el comienzo y el desarrollo tienen un matiz amargo, se obtendrá por descontado un final feliz. Esto se da así porque nada que llegue a su final puede no cambiar, si no lo hiciera, sería una continuación.
No hablo de narraciones, las narraciones empiezan, se desarrollan y terminan pudiendo narrar un principio, un fin, una continuación, sólo uno o quizá varios. Tampoco hablo de pequeños sucesos, estos serían la misma cosa pero en una edición fraccionaria. Hablo de las cosas grandes, de la vida. La vida que empieza, acaba, continua, se recicla, evoluciona, se contiene, se repite. Complejas acciones tienen lugar en la vida, se ven como finales, principios y desarrollos pero ocultan muchas otras cosas.
Sin embargo, lo realmente interesante de los finales es que se hacen notar, incluso aquéllo que no son finales en ocasiones se hacen pasar por ellos. Es lo divertido de los finales: que ya sean tristes o alegres, siempre se sienten con más intensidad que el resto de momentos, que nos golpean en la cara sin esperarlo, puedes intuirlos pero nunca sabrás ver uno hasta que te explote en las narices, haciendote notar la vida.

Canción acompañándome