martes, 22 de mayo de 2007

Capítulo 34 - Libro Suicida (Texto Base)

En cierta ocasión, la tinta se hallaba peligrosamente cerca del libro y éste último le dijo a la tinta:
- Eh, oye, tinta maldita, alejate de mí o eliminarás de mi ser toda legibillidad. -La tinta, soberbia, se excusó preguntándole qué temor le tenía el libro, si dependia de ella para ser aquello que era. De no ser así, sólo sería un cuaderno, con páginas vacias y de muy aburrida lectura e incluso final predecible. Es más, a ojos de la tinta, el libro era un rival del que cuidarse porque, como ya podía ver, el libro no tenía problemas en absorber y acabar con sus congéneres pigmentarios. Además, lucía sus cadáveres en grotesca disposición (resulta sorprendente que algunas incluso parecían letras y, si prestabas mucha atención, incluso podías llegar a vislumbrar palabras).
El libro, a pesar de las palabras de la tinta, no confiaba en ella. Se sentía miserablemente desdichado porque no era más que pedazos apelmazados de lo que un día fue un todo erguido, vigoroso, lleno de vida, potente miembro vi... árbol en el bosque. El libro tomó una determinación:
- Tinta... No sabrás si estás compuesta por alcohol, ¿verdad?
A lo que la tinta respondió:
- Pues no, no lo sé. Tú eres el libro, deberías ser tú quien lo supiera.
- ¿Yo? Qué va -replicó el libro-. Si sólo soy un libro de poemas romanticistas... Hablando de lo cual, ¿no podrías lanzarte sobre mí? Así, si no consigo hacer que prendas encima de mis páginas, podrías al menos ahogarme?
- Sí, ¿por qué no?
Entonces, la tinta se lanzó sobre el libro que trataba de morir. Sin embargo, la tinta no era suficiente para ahogarle y el pobre libro seguía vivo y pringado de tinta. Por suerte, pasó por allí un nazi del tercer Reich que, al ver el libro, decidió quemarlo: el libro murió rápidamente y satisfecho mientras que la tinta sintió un calor inesperado.


Sobre este texto planeo hacer diversas entradas en las que introduciré varias modificaciones o bien lo reescribiré variando el estilo. Ya iré haciendo.^^

2 comentarios:

Sat Nam dijo...

Mola la idea ^^

Zitrone dijo...

Me encanta la súbita aparición del nazi...
Besicos de limón