miércoles, 24 de octubre de 2007

Capítulo 63 - Esbozo

Algunas cosas resultan sumamente confusas. Ésta, por ejemplo. No sé empezar, de hecho me cuesta concebirlo y más aun buscarle un significado. Cuando viajas a otro mundo nunca sabes lo que te vas a encontrar.
El paralelismo inicial con tu vida desaparece. Primero es sólo una curiosidad, algo que ha cambiado, pero entonces, y sin darte cuenta, comienzan las escaladas, la niebla, los chamanes y las serpientes en un marco que te resulta antiguo y, algo menos, contemporáneo. Te muerden en el pie desnudo, sólo como un recuerdo, y no te convence. Repites la escena, si puedes repetirla no será un problema.
Aquel hombre al que ayudabas obtiene su respuesta y desaparece. Tú por tu parte descubres que el extraño hombre sentado, al que ya conocías, poseía, posee y poseerá todas las respuestas y, no conforme con eso, te transforma de arriba abajo.
Bajas aquello que subiste. Te vuelven a morder y vuelves a repetir la escena, sin embargo, ahora el pavor te guía. Bajas corriendo y llegas, entero y confuso. Desaparecen las reglas, te vuelves un superhombre.
Continuas tu camino y resultas perseguido, son dos sujetos. No los conoces pues siquiera les puedes ver pero saltas y saltas en una reja, en una ventana y las leyes de la gravedad desaparecen. También desaparecen tus perseguidores y dan lugar al futuro. Un futuro pequeña, morena y sucia. Caes a su espalda. Grandes ojos te miran con curiosidad. En poco tiempo, todo se clarifica o quizá se vuelve confuso, hasta la tergiversación.
Ves el futuro y no un futuro abstracto. Un futuro real. Una nueva versión de tu persona te suplanta allá donde ya no estás por razones desconocidas. Ella también está pero resulta ser él. Así, ella es él y él es ella donde tú serás él y yo no estaré y ella será nosotros. Eso lo hace todo más reconocible, incluso se parece a lo que conoce. También encuentras el futuro de lo actual que te habla y te explica pero o bien no quieres escuchar o bien no puedes, pero sea lo que sea que te dice pronto desaparece de tu cabeza. Se pasean entonces tus gustos que son despreciados y te comienzas a sentir avergonzado.
Huyes, intentas encontrar resquicios de tu pasado, o al menos tu presente, pero todo parece haber desaparecido, perdido o destruido.
No sabes por qué ni sabes cómo pero hay algo en todo aquello que no te gusta nada. Sientes que hay algo mal en todos ellos o que, a lo mejor, eres tu lo que está mal. Quizá lo sea todo y tan sólo quede la condenación. Es posible que estemos rotos sin posibilidad de ser reparados. Sea lo que sea hay algo que te produce una profunda presión en el alma llevándote lejos de la esperanza, revolviéndote las entrañas y forzándote a romper en un llanto.

4 comentarios:

SpiraldePiruleta dijo...

Sólo diré que vaya lios mentales que se te pasan por la cabeza.

Anónimo dijo...

Cuanta razón llevas... sobre todo en las cuatro últimas frases.

Pingüino dijo...

¿Yo o la de arriba?

SpiraldePiruleta dijo...

Digo yo que tú, ya que yo como que cuatro frases no he escrito xD