domingo, 25 de febrero de 2007

Capítulo 2 - Confusión y Renacimiento

Fui a ver como se encontraba. Recorrí el pasillo, entré en la habitación y tomé asiento. Me aproximé al pequeño cuadrado que constituía su hogar y le llamé. No obtuve respuesta, le veía ahí plantado pero no mostraba señal alguna de percatarse de mi presencia, ni de ninguna otra cosa.
Lo intenté de nuevo. De nuevo no obtuve respuesta. Comencé entonces a darle pequeños toques con un objeto romo que arrastraba mi mano. Me detuve observando cada parte de su composición mas nada hubo que me proporcionara pista alguna sobre el por qué de aquella situación.
En cierta ocasión, recuperó la conciencia: logré arrancarle algunas palabras, pero de nuevo la perdió. Perdí entonces toda la esperanza, le marqué con la marca con la que son marcados los condenados y marché para no ver como era retirado por algún verdugo sin escrúpulos...
De repente, una bombilla lució. Era todo una equivocación. Hice lo convenido y, al fin, renació.

No hay comentarios: